La necesidad surgió de manera inicial al comprobar que el sector de la discapacidad intelectual y el trastorno mental no tenía conocimiento de los recursos que ofrecía la gestión y resolución de conflictos y que los profesionales del sector de la gestión y resolución de conflictos no conocían a las personas con discapacidad intelectual y/o trastorno mental y sus casuísticas y necesidades específicas.
La investigación quería comprobar si los sistemas actuales de gestión y/resolución de conflictos eran accesibles, igualitarios, inclusivos y eficaces en este tipo de circunstancias.