La desazón surgió fruto de la «casualidad». Fundación Talleres de Cataluña nos planteó que quería hacer alguna gestión para mejorar la convivencia de una de sus líneas de producción. Cuando hicimos el diagnóstico de la situación palpamos una dificultad en el clima laboral y nos dispusimos a medirla, gestionarla para ayudar a encontrar una solución ideal.
Aquí fue cuando pudimos comprobar que no existía un método de mediación de riesgos psicosociales que fuera inclusivo tanto para personas con dificultades de comprensión como sin, que estuviera escrito en lectura fácil y que se enfocase en las características y casuísticas de este tipo de organización.